El concreto armado sufre importantes procesos de degradación que modifican considerablemente sus características mecánicas. Esta merma de sus propiedades estructurales puede estar causada por una deficiente calidad de los materiales que lo componen, lo que da lugar a degradaciones como la aluminosis, o puede estar causada por el ataque de agentes químicos externos, los cuales dan lugar a patologías cada vez más habituales como la carbonatación o el ataque por cloruros. Cuando la degradación se detecta, es imprescindible llevar a cabo una rehabilitación estructural en el concreto armado.
SANEO Y LIMPIEZA
La primera fase dentro del proceso de reparación estructural es el correcto saneado del concreto, eliminando en todo el perímetro de las armaduras el concreto deteriorado. Este saneo se puede realizar mediante medios mecánicos tradicionales utilizando martillos neumáticos o eléctricos, o se puede realizar mediante modernos sistemas de hidrodemolición.
RECUPERACIÓN DE SECCIÓN
La recuperación de la sección perdida tiene por objeto restaurar las propiedades estructurales originales del concreto reforzado, mediante la aplicación de morteros especiales. Cuando la superficie a reparar es de un tamaño o volumen importante, se utilizan sistemas semiautomáticos para la ejecución de las reparaciones; la recuperación de la sección se puede ejecutar mediante la proyección por vía húmeda de morteros tixotrópicos o mediante cimbrado y bombeo de morteros fluidos de contracción controlada. Normalmente en estos casos no es recomendable la aplicación de puentes de adherencia.
INYECCIÓN DE FISURAS
Una fase relevante en la reparación de una estructura es la inyección de las fisuras pasivas. Con ello se pretende devolver a la estructura el monolitismo perdido entre ambos lados de la fisura, de forma que restauremos la continuidad mecánica y la impermeabilidad del elemento fisurado. Este procedimiento se aplica en trabes, columnas o en otros elementos estructurales de concreto armado. Este tipo de inyecciones se realiza mediante la introducción en la fisura de resinas de dos componentes con presiones inferiores a los 20 kg/cm2. Para ello se utilizan bombas de presión o máquinas de doble pistón con mezcla en punta.